Entre versos,
te entrevisto la mirada
con preguntas que se entrometen
en una vida, de por sí,
entrecomillada.
Entretanto, tu entrepierna
se entretiene entre mis dedos.
Y se entrecruzan tus deseos
si te pongo en entredicho
mis anhelos.
Entre besos,
te entrelazo las hazañas
de una cama en entreguerras,
que deja siempre entreabierta
la puerta a dos cuerpos entregados.
Entre sueños,
busco a tientas tus
abrazos de entretiempo.
Y entrevero con tu ropa de verano
mi recuerdo.
Entremedias,
te observo en el intento de escapar
con el vuelo entrecortado.
Y te entrechocas con las ramas
que entreteje el puto miedo.
Entre los huesos,
te llevé en los entresijos de este cuerpo
que pide ahora un entreacto.
Y entremezclando mi pasado,
entreno para los próximos inviernos.