viernes, 18 de septiembre de 2015

Abrazos de entretiempo

Entre versos,
te entrevisto la mirada
con preguntas que se entrometen
en una vida, de por sí,
entrecomillada.

Entretanto, tu entrepierna
se entretiene entre mis dedos.
Y se entrecruzan tus deseos
si te pongo en entredicho
mis anhelos.

Entre besos,
te entrelazo las hazañas
de una cama en entreguerras,
que deja siempre entreabierta
la puerta a dos cuerpos entregados.

Entre sueños,
busco a tientas tus
abrazos de entretiempo.
Y entrevero con tu ropa de verano
mi recuerdo.

Entremedias,
te observo en el intento de escapar
con el vuelo entrecortado.
Y te entrechocas con las ramas
que entreteje el puto miedo.

Entre los huesos,
te llevé en los entresijos de este cuerpo
que pide ahora un entreacto.
Y entremezclando mi pasado,
entreno para los próximos inviernos.

martes, 15 de septiembre de 2015

Esas mariposas

He vomitado tantas veces tu recuerdo
que ahora pensarte me sabe a vicio,
de ésos que culminan confesiones
que sólo se cuentan en la barra de un bar.

Te llevo conservada con la
gelidez de un corazón tan pesimista
que tu nombre ya no me produce escalofríos, sino risas.

Ya no te culpo si a mi cuerpo
se le olvida llegar al ocaso de la tarde,
con la fe desgastada y el amargo
de un sueño cuando toca despertar.

Hablo de esas mariposas
que murieron dentro del mismo capullo.
Sin conocer la libertad que concedía
un primer rubor de primavera.

Hablo de gargantas en silencio.
De resacas con la almohada.
De palizas sin rivales.
De retiros sin conventos.

Y no te culpo si a mi voz
le cuesta pronunciar el color correcto
de tus besos; una mezcla de rojo mentira,
con negro caduco y blanco vacío.

Ya no te llevo como abrigo en madrugada,
ya no te busco entre mis dedos.
Aprendí a nadar, sin miedo, en tu tormenta
y combato tu huracán con mar en calma.

He vomitado tantas veces tu recuerdo
que ahora pensarte me sabe a vicio,
de ésos que te humillan las costuras,
que se ahogan y renacen en un bar.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Sólo si quieres

Si quieres, sellamos un pacto
y nos mudamos la piel;
de humanos a gatos.
Para lamernos, de noche,
las viejas heridas.

Si quieres, te envuelvo mi tiempo
en papel de regalo.
Si quieres, te robo el dolor
y tatúo tu risa en mi pecho,
sin que me lo pidas.

Si quieres, le restamos al metro
las 13 estaciones que hay
de tu casa a la mía.
Mi boca a la tuya, sin transbordos,
sin cambios de vías.

Si quieres, adopto noviembre
y le visto de abril
para cuando llegues.
Le timo al banquero
y vacío tu cuenta de besos corrientes.

Si quieres, te acorto la falda
y me alargas la vida.
Si quieres, te espero en el fondo,
me rescatas de un guiño
y trepamos tu cima.

Si quieres, te estudio a miradas,
doctorando mis manos
en tu anatomía.
Contagio al domingo de viernes,
y le curo sus sombras con tu compañía.

Si quieres, me mojo en tu orilla.
Me seco en tus brazos
y me enciendo por dentro.

Si quieres...