miércoles, 30 de diciembre de 2015

A ti te debo

A ti te debo...


¿El qué? te preguntarás.

Mientras empiezas a construir
esa puta media sonrisa en la cara.

Pues empieza a desmontarla, que ya no cuela.


A ti te debo el sabor a tabaco
de la última vez que otros labios me besaron.

Te debo el aprender a gritar en silencio
desde el acantilado de un mar de bochorno e impotencia.

Te debo las veces que mentí,
fingiendo que vivía una realidad que creía paralela.

Te debo el temor a la verdad,
el pánico al quizás y la alergia al puede ser.

Te debo las veces que manché el suelo
con las huellas de mi peor versión.
Esa, con la que sólo compartíamos el nombre.

Un nombre que guardaba mucho de ser,
pero cada vez menos de hombre.

Te debo las calles vacías,
el alivio de encontrar paz entre el agobio de la gente.

Te debo los tragos amargos de cerveza,
el mirarme al espejo y conformarme con una sombra.
La que sea.

Te debo la sal, que cada mes de diciembre
vuelve a escocer -aunque ahora menos-.

Te debo tu locura guardada en una caja
donde he escrito "No abrir, ni en caso de emergencia".

Te debo el educarme a querer(me) como no debía hacerlo.


Te debo tantas cosas, que al final
saldo mi deuda con estos versos.

martes, 15 de diciembre de 2015

Lo noto

Me despierto.

Te veo a mi lado.

Y sin esperar al reinicio de mi cuerpo
me pellizco el brazo.

Lo noto,
me duele,
sonrío...

Y es entonces cuando, por fin, puedo descansar...


sábado, 3 de octubre de 2015

El reino de María

María se despierta cada noche preocupada por su reino.
Es la menor de tres hermanos
y heredera de un castillo con deudas
donde duerme su legión.

María nunca fue princesa,
ni monárquica, ni republicana.
Sólo cree en su patria,
a la que cuida con mimo y protege con furia
desde que su rey partió.

María es la única reina que madruga,
la única reina en el mundo
que va en metro a trabajar.
No entiende de protocolos,
ni de normas,
sólo de saber estar.

Tiene dos príncipes y una princesa,
porque su amor nunca supo distinguir
entre líneas sucesorias.

María no tiene caballos, ni Mercedes,
sólo una perra mestiza de tres años
y un Seat Ibiza del 89.

No le hace falta un escolta que le acompañe al mercadillo,
donde cada jueves le regatea con arte
a una gitana.

María se despierta cada noche agitada,
preocupada por su reino.

Mensajeros de otras casas,
más poderosas,
le recuerdan con misivas
que el volar sí tiene precio.

Ricos mercaderes y mecenas,
que hipotecan nuestras penas
al mejor postor.

Y María llora en la cocina,
mientras su princesa le coge de la mano
sin comprender su pesadilla.

María le miente a su princesa,
mientras le acaricia el pelo
y le peina su tristeza.

No le dedica ni un segundo a la idea de abdicar;
tiene una misión pendiente,
con seis, siete y nueve años de edad.

María disimula a diario limpiando su palacio,
haciendo banquetes con sopas de sobre
y riendo con los bufones de la tele.

Su mente desconecta cada mañana
cuando deja a sus cachorros en la puerta del colegio,
junto a tantas otras reinas,
de otras lenguas,
de otros reinos.

María siempre vivió por encima de sus posibilidades,
porque ella siempre supo hacer hasta lo imposible por sobrevivir.
No entiende que la quieran destronar de su castillo,
para ella no inventaron los dorados exilios.

Desde su balcón de tres metros cuadrados,
espera resignada a los guardias armados del sistema.
Mercenarios de un reino hipócrita,
vacío, como sus mentes.
María nunca tuvo claro a quiénes atacan,
ni a quiénes defienden.

Su única soldado, su perra mestiza,
entona en la puerta canciones de guerra contra el invasor.
La reina que nunca se esconde,
ahora abraza a sus niños
que lloran en la habitación.

María cierra los ojos,
escucha los latidos de sus críos
como tambores en plena batalla;
entiende que llega la hora de construir,
desde la nada, otra muralla.

Sus príncipes maman ahora la injusticia medieval del siglo XXI,
sabiendo que llegará el día
en que sus reinos por fín
se harán uno.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Abrazos de entretiempo

Entre versos,
te entrevisto la mirada
con preguntas que se entrometen
en una vida, de por sí,
entrecomillada.

Entretanto, tu entrepierna
se entretiene entre mis dedos.
Y se entrecruzan tus deseos
si te pongo en entredicho
mis anhelos.

Entre besos,
te entrelazo las hazañas
de una cama en entreguerras,
que deja siempre entreabierta
la puerta a dos cuerpos entregados.

Entre sueños,
busco a tientas tus
abrazos de entretiempo.
Y entrevero con tu ropa de verano
mi recuerdo.

Entremedias,
te observo en el intento de escapar
con el vuelo entrecortado.
Y te entrechocas con las ramas
que entreteje el puto miedo.

Entre los huesos,
te llevé en los entresijos de este cuerpo
que pide ahora un entreacto.
Y entremezclando mi pasado,
entreno para los próximos inviernos.

martes, 15 de septiembre de 2015

Esas mariposas

He vomitado tantas veces tu recuerdo
que ahora pensarte me sabe a vicio,
de ésos que culminan confesiones
que sólo se cuentan en la barra de un bar.

Te llevo conservada con la
gelidez de un corazón tan pesimista
que tu nombre ya no me produce escalofríos, sino risas.

Ya no te culpo si a mi cuerpo
se le olvida llegar al ocaso de la tarde,
con la fe desgastada y el amargo
de un sueño cuando toca despertar.

Hablo de esas mariposas
que murieron dentro del mismo capullo.
Sin conocer la libertad que concedía
un primer rubor de primavera.

Hablo de gargantas en silencio.
De resacas con la almohada.
De palizas sin rivales.
De retiros sin conventos.

Y no te culpo si a mi voz
le cuesta pronunciar el color correcto
de tus besos; una mezcla de rojo mentira,
con negro caduco y blanco vacío.

Ya no te llevo como abrigo en madrugada,
ya no te busco entre mis dedos.
Aprendí a nadar, sin miedo, en tu tormenta
y combato tu huracán con mar en calma.

He vomitado tantas veces tu recuerdo
que ahora pensarte me sabe a vicio,
de ésos que te humillan las costuras,
que se ahogan y renacen en un bar.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Sólo si quieres

Si quieres, sellamos un pacto
y nos mudamos la piel;
de humanos a gatos.
Para lamernos, de noche,
las viejas heridas.

Si quieres, te envuelvo mi tiempo
en papel de regalo.
Si quieres, te robo el dolor
y tatúo tu risa en mi pecho,
sin que me lo pidas.

Si quieres, le restamos al metro
las 13 estaciones que hay
de tu casa a la mía.
Mi boca a la tuya, sin transbordos,
sin cambios de vías.

Si quieres, adopto noviembre
y le visto de abril
para cuando llegues.
Le timo al banquero
y vacío tu cuenta de besos corrientes.

Si quieres, te acorto la falda
y me alargas la vida.
Si quieres, te espero en el fondo,
me rescatas de un guiño
y trepamos tu cima.

Si quieres, te estudio a miradas,
doctorando mis manos
en tu anatomía.
Contagio al domingo de viernes,
y le curo sus sombras con tu compañía.

Si quieres, me mojo en tu orilla.
Me seco en tus brazos
y me enciendo por dentro.

Si quieres...

jueves, 27 de agosto de 2015

Vértigo

Y me vino ese olor a mar.
Volaría hacia ti,
pero la razón me contagió
su vértigo.

#Microcuento

Derechos de autor(a)

Lo reconozco,
te pertenece el copyright
de mi sonrisa...

#Microcuento

Doble moral

Nunca comprendió la bipolaridad de su boca,
capaz de decirle en una misma frase
"te quiero" y "adiós"...

#Microcuento

Gran reserva

Era como el buen 'vino',
que mejora con los años. no se va...

#Microcuento

Moralejas

Sus tardes de domingo
siempre eran las moralejas
de sus noches de sábado...

#Microcuento

6:50 am

La quería así, por las mañanas.
Con el alba entre sus ojos.
Con el miedo despeinado
y su sonrisa maquillándole la cara...

#Microcuento

Trampas

El irónico perdedor del juego llamado 'Amigos',
que hizo trampas, queriendo más de lo debido.

#Microcuento

Crisis personal

Nos sinceramos por encima
de nuestras posibilidades...
Y así empezó nuestra crisis.

#Microcuento

domingo, 19 de julio de 2015

Requisitos mínimos

No necesitas ser cantante para tararearle su tema favorito al oído,
ni necesitas ser poeta para recitarle el "te quiero" mejor versado.
No necesitas ser filósofo para razonar la paradoja de un "sólo como amigos",
tampoco psicólogo para prescribir los abrazos más antidepresivos del mercado.

No necesitas ser actor para protagonizar todos sus sueños cada noche,
ni necesitas ser arquitecto para apuntalar sus piernas con tus firmes dedos.
No necesitas ser modista para coser sin hilos tu mirada a su ropa interior,
ni ser cocinero para conocer que no existe mejor postre que su cuerpo.

No necesitas ser periodista para hacer la crónica de cada encuentro en un lavabo,
Tampoco ser médico para saber las dosis de ron recomendada entre comidas.
No necesitas ser piloto de rally para derrapar en su cintura a más de cien por hora,
ni necesitas ser contable para calcular el número de pecas hay en sus mejillas.

No necesitas ser arqueólogo para descubrir tesoros nuevos viajando por sus manos,
ni mucho menos ingeniero para optimizar el tiempo de encuentros a solas entre semana.
No necesitas ser bailarín para danzar con sus caderas al son de un somier oxidado,
ni ser guionista para escribir la trama del mejor cine de autor sobre su cama.

No necesitas ser fotógrafo para capturar los amaneceres retocados por su mirada,
ni necesitas ser taxista para llegar hasta su boca siguiendo la carrera de sus medias.
No necesitas ser florista para incovar la primavera desde los pliegues de su falda,
y aún menos ser juez para reconocer la injusticia que guarda una cruel despedida.

No necesitas ser traductor para entender que hay "nuncas" que terminan en "siempres",
ni ser maestro para enseñarle que no hay mayor lección que la que te la vida.
Tampoco ser alumno para volver a aprender lo que en una 'primera vez' se siente.

No necesitas nada de eso.

Sólo necesitas ser tú mismo, entre la necesidad absurda del resto de la gente.

sábado, 11 de julio de 2015

Puertos

Si la historia va de puertos,
me quedo abrazando las rocas de este muelle.
Porque no entiende de viajes,
de soledad, amor, ni de vaivenes.

Si la historia va de millas,
me quedo al desembarco de una nueva musa.
Porque no hay mayor distancia entre la sal de dos orillas
que un océano de excusas.

Me quedo con las alas puestas,
con la mañana fría a cuestas,
con el color de despedida en la paleta.

Me quedo con tu espuma negra,
sacrificando esta quimera,
que se ha cansado de tejer su enredadera.

Si la historia va de puertos,
me quedo soportando el temporal de tu partida.
Porque no hay vela que aguante
tus inseguridades vestidas de gota fría.

lunes, 6 de julio de 2015

23 grados

Llamo verano a todo aquello que consigues encenderme con los dedos.
Otoño, a la que caída marchitada de tu ropa, a los pies de mi ventana.
Llamo invierno al intervalo entre tu adiós y su reencuentro.
Y primavera al verde de tus ojos, floreciendo entre mis sábanas...

sábado, 4 de julio de 2015

Microcuento ilustrado

Perdonadme, pero decir que hoy es un día especial es quedarse corto. Hoy es uno de esos días, en los que se te llena el cuerpo de alegría al ver que una parte de tí se refleja en unas líneas, en una idea, en una ilusión conjunta que toma cuerpo y es compartida con el resto. Esta tarde, será presentado el fanzine de VaDeCuentos.com y en él aparecerá un texto mío, un microcuento generosamente ilustrado por mi compañera de viaje en esta pequeña locura, Calle. Sobran las palabras al ver su trabajo, tan mimado y bello, a la vez.
Tener tanto y a tantos que agradecer sólo demuestra que eres el ser más afortunado del planeta. Espero que cada uno de mis 'gracias' lleguen a cada persona que colabora y forma parte de esta gran alegría. Un abrazo enorme y feliz fin de semana para todos.



Ilustrado por Calle

miércoles, 1 de julio de 2015

Y apareciste

Ya ha empezado.
Detrás de la frente un recuerdo vago.
El anexo de un te quiero improvisado,
que se escribe en la corteza de unos labios.

Y he esperado.
En la cola de un concierto de fracasos.
En el cine de tus ojos empapados,
por la lluvia de un verano que ha acabado.

Y apareciste,
vistiendo primavera en las raíces de tu pecho.
Cazando atardeceres escondidos al acecho.
Bajándome la luna que pintamos en el techo.

Y apareciste,
cantando las canciones que te hacía sin saberte.
Haciendo las maletas para un viaje hacia la suerte.
Regálame esta noche, corre, salta y no me sueltes.

sábado, 6 de junio de 2015

Consenso

Y consensuó con la almohada
no tener que buscarla, cada noche,
en su ex lado de la cama.

#Microcuento

Microcuento

¡Un beso de ésos!
¡Que te taponen los oídos
de lo alto que te elevan!

#Microcuento

Microcuento

Esta noche vestiré
mis mejores sentimientos.
¿Y si nos da por acudir
al reestreno de tu cuerpo?

#Microcuento

Microcuento

Tenía una mirada
capaz de sonrojar cualquier
atardecer de otoño...

#Microcuento

Microcuento

Siempre alerta, precavido.
Nunca quiso sentirse
'como pez en el agua',
pues sabía que hasta éstos
se pueden ahogar...

#Microcuento

Microcuento

Y luego estaba tu "Tú",
conquistando por orden
cada uno de mis pronombres
personales...

#Microcuento

Microcuento

Supuso que ese,
al final, era el problema;
demasiadas ranas
para tan pocas princesas...

#Microcuento

Microcuento

Ella, que siempre esperaba un "Quédate" para marcharse...

#Microcuento

Microcuento

Despertarme,
asomarme a la ventana
y ver tu coche aparcado,
junto a mi portal...
¡Eso, eso es arte urbano!

#Microcuento

Microcuento

Y como buen soñador,
no se conformó sólo con soñar...

#Microcuento

Microcuento

Y ambos volvieron a casa,
como cada tarde, a planificar
su próximo encuentro casual
por la calle...

#Microcuento

viernes, 5 de junio de 2015

Microcuento

Se acostó sobre su brazo y su brazo se quedó dormido.
Se acostó sobre su orgullo y fue rechazo lo que despertó.

#Microcuento

Microcuento

Pasó poco tiempo hasta que volvió a reconocer su olor,
sus huellas, su rastro.
No era nadie en especial,
sólo él mismo...

#Microcuento

Microcuento

-¿Y prometes que no me harás daño?
-Te prometo no ser como tú, que es aún mejor...

#Microcuento

Microcuento

Y ahí quedó esa sirena, en la orilla,
con ganas de cantarle al navegante
lo que un día le compuso
sin saber que zarparía...

#Microcuento

miércoles, 3 de junio de 2015

Tu aeropuerto

Tu cuerpo es la terminal donde aterrizan mis principios cada noche,
el billete de ida de un viaje eterno hacia el cosmos de tus ojos,
donde cada lunar en el cuello se convierte en una escala improvisada.
Tomando impulso, por la rampa de tus piernas, para el vuelo sin motor.

Voy ligero, sólo llevo un abrazo sin recibo que compré en tu último invierno,
cuando no te atrevías a vivir la realidad sin la niebla matutina.
Facturo cada uno de los versos que escribió tu pulgar en la palma de mi mano,
y tu maleta sin vestidos, que tu nudismo se convierta en mi rutina.

Aún no ha empezado el camino y ya intuyo, subiendo por tu pecho, el horizonte.
El relieve de tu cuerpo, cartografiado por las yemas de mis dedos.
Compro la guía de viaje por los parajes aún vírgenes que guardas en tu cama.
Y de camino al embarque voy dejando sin cobertura cada uno de mis miedos.

Vuelvo a repasar las coordenadas que tatuaste en tu cintura,
y me desoriento con la mejor brújula: tu tacto con las luces apagadas.
Lo reconozco, muero y resucito con la impuntualidad de un beso,
con el overbooking de caricias que concentra la dermis de tus sábanas.

No sé el número exacto de pasajeros que transitaron con tus alas,
pero me fundo a mi asiento y desconozco el destino donde acabe mi equipaje.
Porque en tu aeropuerto se extraviaron más personas que maletas.
Porque jamás comprendí cómo puedes ser despegue, recorrido y aterrizaje...




Ilustrado por Calle

domingo, 17 de mayo de 2015

Fuiste

Las tardes de domingo son malos momentos para preguntarse qué es el amor.

El peor rincón, mi habitación, por supuesto; la esquina interna de mi mente donde cohabitan, entre batallas, mis dudas contraargumentadas que convergen en el silencio de un suspiro.
Una parcela emocional vacía, contaminada por tu último adiós evaporado, por tus últimas ganas de quererme y por el ansia de redefinir el significado de la palabra frenesí.

Si amor fue lo que intenté esculpir contigo, dejaste la escultura en modo abstracto; en un estado prematuro de calor, atrapado en la templanza del que no se acostumbra a la caldera desnuda y natural de un mismo individuo para combatir todos sus inviernos.
Del que sólo se conforma con leer las primeras páginas de distintos cuerpos, sin llegar a conocer la trama ni el capítulo final de cada uno, por miedo a tener que soportar más cuentos, supongo.

Sólo consigo ver algo nítido entre mi bruma vespertina, y es un decepcionado espejo reflejando unas lágrimas que poco a poco distorsionan la sonrisa que tallaste, ayer, con besos.
Sólo me queda una duda, sólo me queda tu sombra, tu olor, el envoltorio de una piel que ahora dejas tras probarla. Me queda eso y mi tarde de domingo, que no deja de preguntarme si fuiste amor...

Y, por si alguna tarde de domingo te pregunta, sí, FUISTE, amor.

lunes, 11 de mayo de 2015

Renovación

Sigo pensando que el rencor que guardo en cuenta ajena,
no es más que hipotecarse en el recuerdo de un adiós.
Que tengo claro el fin, pero no encuentro las maneras.
Ni sobornando al calendario, nadie nunca lo robó.

Tú tienes la sonrisa más valiente del inverno.
Yo aún en duelo por el último verano que murió.
Sigo buscando el verbo que conjugue nuestros tiempos
y el adjetivo exacto que resuma lo que soy.

Sigo creyendo que una coraza no es más que eso,
sólo el diminutivo de un maltrecho corazón.
Pero al llegar la noche me asfixia el mismo deseo;
que el tacto de tu pecho se convierta en mi colchón.

Quieres marcar el ritmo de los bailes que ahora esquivo,
y escribes con tus labios besos de ciencia ficción.
El prólogo de un libro con final alternativo,
donde los desenlaces yacen bajo tu edredón.

Cuesta tanto trabajo conocerte echando el freno,
si el jefe de mis miedos firma su renovación.
No tuve la experiencia de los golpes que ahora estreno,
y en la cola del paro mi sonrisa se coló.

La llamada perdida a la ilusión que duerme fuera,
el cobro revertido a la confianza entre los dos.
Las tardes de domingo trepando por tu escalera,
donde en cada peldaño venzo al daño con tu voz.

Cuesta echar a volar con unas alas que te prestan,
si sólo ves peligro tras una buena intención.
¿Cómo quieres que encuentre solución a este dilema?
Si tengo alergia al polen, a los gatos y al amor.

martes, 28 de abril de 2015

lunes, 13 de abril de 2015

Microcuento ilustrado

Es para mí un enorme orgullo poder presentar junto a Calle nuestro primer #MicrocuentoIlustrado. Espero que os guste, a mí me parece una auténtica pasada su trabajo. Mil gracias Espe!!! ^^ #Microcuento #Ilustraciones





Ilustrado por Calle

viernes, 3 de abril de 2015

Adelantas abril

Que, si vuelves, la Tierra derrapará en Marte.
Te daré los inviernos con nieve que te prometí.
Y no te negaré que tus besos me sientan genial.
Solo tú, que sabes compensar mi azúcar con tu sal.

Que, si vuelves, tocará parar todas las rotativas.
Y en mi diario te dedicaré el mejor titular.
Contará que regresa el color más bonito del día,
violando la orden de alejamiento de mi soledad.

Que si vuelves la prisa se queda a tomar 'la última'.
Y el reloj de la Puerta del Sol se liará con los cuartos.
Bendita la marea que trae tu risa hasta aquí.
Que sin ti una sirena ha varado en un bar de Madrid.

Que, si vuelves, derribas el tiempo, adelantando abril.
Tus gatos dejarán de pelear todas las madrugadas.
La madera arrestó a un tipo, anoche, junto a tu portal,
ha intentado pintar tu silueta en una catedral.

Que, si vuelves, el ron de una copa se vuelve a llenar.
Veintisiete maneras distintas de rozarte el vientre.
Tú, cambiando de ropa a los versos que hacían llorar.
Y ahora salen con ganas de fiesta tras un recital.

domingo, 29 de marzo de 2015

Microcuento

Se despertó muy pronto.
Cambió las sábanas con olor a pasado,
colgó sus penas al sol
y puso su coraza en remojo...

#Microcuento

sábado, 28 de marzo de 2015

Calendario

Hojas de otoño tejieron en el suelo un camino hacia tus brazos.
Gotas de lluvia que contaron los primeros pasos.
El año comienza, de nuevo, desde ti.

Sin terminar el mal recuerdo en el fondo de una copa rota.
Se emborrachó de otra esperanza, una manía tonta,
mientras cantabas que no te dejara sola.

Cabeza fría y el corazón deseando abandonar la cobardía.
Se siente eterno, indestructible y lleno de energía.
Una media sonrisa y ya le alegra el día.

Y en Navidad, colgando una rama de muérdago en cada farola,
para excusar los besos que contaban nuestra historia,
que comenzó una tarde gris, en Barcelona.

Pasaron lunas, según pasaba páginas el cuento iba cambiando
y lo que un día era eterno ya no lo era tanto.
Y lo que un día era cuento, ahora era historia.

Dos testarudos, con distinto significado de lo que es querer,
que defendieron sus manías sin saber por qué.
Que se empeñaban en girar en una noria.

Cabeza fría, y el corazón deseando abandonar la cobardía
Se siente eterno, indestructible y lleno de energía.
Una media sonrisa y ya le alegra el día.

Como en Abril, cuando aprendí, por fin, qué significa primavera,
al verte pasear vestidos de aquella manera.
Sentir la paz aunque en tu cama hoy haya guerra.

Llegó el verano, amaneceres fríos si no estabas a mi lado,
Arena, sal y un mar azul en tus ojos pintados
y el sol tiñéndote los labios de dorado.

Sin terminar el mal recuerdo en el fondo de una copa rota
Se emborrachó de otra esperanza, una manía tonta,
mientras cantabas que no te dejara sola.

No fue tan mal, aunque, lo mismo, un poco tarde para sentir pena.
No nos quedamos a probar el postre de la cena.
El año comienza, de nuevo, desde ti.

sábado, 21 de marzo de 2015

Microcuento

"-¡Pide un deseo!- le dijo."
Y él le pidió ser menos fugaz al pasar por su vida.

#Microcuento

En la otra orilla

Suplicando que hoy no vuelva a anochecer.
Taxis que no llevan a tu habitación.
Adiestrando cuervos que reparten frías
canciones de despedidas,
amargas lunas de miel.

Sonrisa traumatizada por saber
realidades liberadas por tu tóxico.
Veneno caramelizado en cenizas.
¡Basta ya de tantas misas
que me digan lo que hacer!

Si te tengo que esperar en la otra orilla,
tal vez esta no es la vida
que me hiciste prometer.

Si intentas cicatrizar nuestras heridas
y aún escuecen tus mentiras,
no te bajes de ese tren.

Juegos tontos donde nunca hay ganador,
la estrategia ya no afecta a tu rival.
Que los sueños ahora cambian las divisas
y unos labios se cotizan
en la puerta de un burdel.

Cementerios llenos de propósitos.
Paritorios de recuerdos en mi mente.
Cuesta tanto ser peatón en tu avenida,
letra de una melodía
que aún está por componer.

martes, 10 de marzo de 2015

domingo, 1 de marzo de 2015

Microcuento

Un millón de gracias por vuestros comentarios por privado. Como no podía ser de otra forma, microcuento de buenas noches.


Siempre vestía de otoño,
marchita, cayendo de las ramas,
con viento en el pelo y lluvia en los ojos.
Siempre quiso ser abril.

#Microcuento


La última vez

No te prometo que ésta será la última vez,
que envuelva los recuerdos, que diluya mi mente.
No sé si es suficiente, tantear a la corriente.
Dejar al lobo herido a cargo del fruto prohibido.

Tal vez te eché de menos y a veces un poco de más.
Quizás mentí cuando decía que te podría olvidar.
Y al volver a tenerte, con tus ojos en frente,
supe que ningún deseo se puede disimular.

Mi voz tentada de llamarte, una vez más, "cariño".
Tu olor rozándome los dedos, noto ya el peligro
Mi vicio fue quererte, estando o no presente.
Que hacerse el fuerte ya no me resulta tan valiente.

Y se desgasta nuestro orgullo con cada mirada.
Y se enmudecen las razones, suena una balada.
Secuéstrame en tu coche, desnúdame la noche
y hagamos todo eso sin pensar en los reproches.


Déjame perderme en el lugar
donde atardece tu espalda,
donde se duermen tus miedos,
donde madrugo en tu almohada.

Donde vague por tus calles,
donde el lunes se haga martes,
donde tu pecho sea mi valle,
donde jamás cierren los bares.


No te prometo que ésta será la última vez.
Ya sé que algo insano, que mañana lo diré.
Que siempre convencido, mejor si no es contigo,
hoy nado entre tus brazos, pisando los mismos pasos.

Tienes el don de caminar entre mi laberinto.
Tienes la llave que abre las puertas de mis instintos.
No pienso en el final, en dónde iremos a parar,
en el lado de tu cama donde quiero despertar.

Déjame perderme en el lugar
donde atardece tu espalda,
donde se duermen tus miedos,
donde madrugo en tu almohada.

Donde vague por tus calles,
donde el lunes se haga martes,
donde tu pecho sea mi valle,
donde jamás cierren los bares.


No te prometo que ésta será la última vez...

Muelles de papel

Le tengo demasiado cariño a este texto. Espero que os guste.


Muelles de papel

Y ahí se quedó esa sirena,
dándole vueltas a un concepto 
que no terminó de ver.
El mar quemándose en la arena
y ella con ganas de cantarle 
lo que supo componer.

Ayer, perdida en la bañera.
La orilla escupe al navegante 
que no se atrevió a creer.
La sal calmaba su ceguera 
y el sol improvisaba versos, 
sobre su piel...

Los dos, de rabia naufragando,
camino van andando al puerto 
donde encallan sus porqués.
Sus almas se van separando,
futuro que a nadie le importó 
deshacer.

"Dejo enterrado este tesoro.
Mis manos en tu espalda, 
trazo el mapa que me hará volver"
Se cuela el llanto entre sus poros.
¡Que rompa el mar contra los muelles de papel!

"Llévate estas fotografías,
por si algún día a tu memoria 
se le olvida recordar
que son mis ojos los que guían,
que frente al faro 
me juraste no marchar"

Su voz, gastada por la herida,
descubre que ahora entraña vida 
en los rincones de su ser.
Consuelo de una despedida,
guarda con mimo la noticia 
para él.


Y entre su risa duda, deja a su fe desnuda,
siente que vuelve a doler.
Refleja luz de luna, su voz gritando muda.
¡Siempre ha sabido vencer!
¡Que nadie te obligue a caer!
¡Que mueran los miedos de sed!


Tejió corales en la puerta
para alegrar su vuelta, 
una noche estrellada de mantel.
Sólo recibe una botella
y escrito a mano le susurra 
"Espérame".

Bienvenida

Después de muchísimo tiempo (demasiado, quizás), por fin me atrevo a publicar mi primera entrada en un blog personal. 

Como véis, este blog fue creado hace un par de años o más, pero es ahora cuando entiendo que mi pasatiempo favorito debería ser compartido con un círculo social mayor que el formado por amigos y familiares. A todos ellos, infinitas gracias por animarme tanto.

Me gustaría rellenar este espacio con aquellos poemas, canciones y microcuentos que tantas tardes y madrugadas me acompañaron, me entendieron y reflejaron lo que, hasta ese instante, llevaba guardado en lo más profundo de mis ideas. 

Espero que os guste y, sobre todo, que comentéis las futuras entradas. Bienvenidos y gracias.