Muelles de papel
Y ahí se quedó esa sirena,
dándole vueltas a un concepto
que no terminó de ver.
El mar quemándose en la arena
y ella con ganas de cantarle
lo que supo componer.
Ayer, perdida en la bañera.
La orilla escupe al navegante
que no se atrevió a creer.
La sal calmaba su ceguera
y el sol improvisaba versos,
sobre su piel...
Los dos, de rabia naufragando,
camino van andando al puerto
donde encallan sus porqués.
Sus almas se van separando,
futuro que a nadie le importó
deshacer.
"Dejo enterrado este tesoro.
Mis manos en tu espalda,
trazo el mapa que me hará volver"
Se cuela el llanto entre sus poros.
¡Que rompa el mar contra los muelles de papel!
"Llévate estas fotografías,
por si algún día a tu memoria
se le olvida recordar
que son mis ojos los que guían,
que frente al faro
me juraste no marchar"
Su voz, gastada por la herida,
descubre que ahora entraña vida
en los rincones de su ser.
Consuelo de una despedida,
guarda con mimo la noticia
para él.
Y entre su risa duda, deja a su fe desnuda,
siente que vuelve a doler.
Refleja luz de luna, su voz gritando muda.
¡Siempre ha sabido vencer!
¡Que nadie te obligue a caer!
¡Que mueran los miedos de sed!
Tejió corales en la puerta
para alegrar su vuelta,
una noche estrellada de mantel.
Sólo recibe una botella
y escrito a mano le susurra
"Espérame".
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